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CRÓNICA | El Racing vuelve a sumar de tres (2-4)

El Racing Club Portuense goleó a un rival que tenía una mínima esperanza de poder sacar los tres puntos para luchar por no descender de categoría. Lo hizo no dando opciones a un rival que se vio superado en todo momento por un equipo efectivo que se mostró sólido realizando un gran trabajo en todas las líneas.

El Racing visitaba el Municipal Virgen del Carmen con la intención de dar volver a la senda de la victoria y volver a sumar de tres. Y así fue, cuatro goles de Javi Tamayo (1′. 13′, 44′ y 85′) hizo que los tres puntos en juego se fuesen a El Puerto.

Los de Juanjo Durán entran en la recta final de la fase regular líderes en solitario, aventajando en un punto (a la espera de la decisión del partido suspendido ante el Taraguilla) al Arcos C.F., en cuatro al C.D. Rota, cinco al Barbate C.F. y, el corte de los puestos de play off, a seis ocupándolo la U.D. Roteña.

Partido peligroso ante un rival que se jugaba el descenso y con algunos jugadores del Juvenil.

El choque comenzó con el gol del Javi Tamayo en el primer minuto de partido. En el minuto 13, Javi Tamayo, en un saque de córner aprovechaba un balón al segundo palo para rematar solo.

Los portuenses con un centro del campo formado por Kevin, Adri Romero y Fernando, se mostraron muy superiores a un rival que no se encontró cómodo sobre el terreno de juego y en cada intento se encontraba una solidez defensiva rojiblanca.

Ante del descanso, el propio Javi Tamayo, lograba un hat-trick aprovechando un rechace en el área para llegar al camino de los vestuarios con una renta mayor y dejar tocados psicológicamente a un rival.

En la segunda mitad, un gol en los primeros minutos de la Balona B daba emoción al encuentro, pero no fue hasta el 85′ cuando un robo de Fran García a la defensa y un pase de la muerte, hizo que Javi Tamayo lograse el póker. Durante el descuento, la Balona B movió de nuevo el marcador, dejando el 2-4 en el resultado final.

La próxima semana, los racinguistas visitan al G.E. Bazán C.F. en un partido que se presenta intenso donde la fiesta está asegurada tanto dentro como fuera del terreno de juego.